el amor es como la vida, tan lleno de belleza como de injusticia.
—¡¿Me buscabais?! —Así es, Gryal Ibori. —¡Pues aquí me tenéis! —gritó furioso, con el alma ardiente y la voz quebrada. Estaba cansado de todo y de todos. Sólo quería ver a Lorette, reunirse con ella y estar a su lado. Y corrió hacia...
Los milicianos corrieron por las calles mientras los ciudadanos se escondían, desesperados, entre casas viejas, en los pozos, en las despensas de sus vecinos. Cerraban las puertas los padres de familia y asían con fuerza sus mejores cuchillos. Las ...
No puedes fallarnos, ni a nosotros ni a ti. Aunque te canses, aunque te hartes, aunque la necesidad convierta a los perros en lobos… no te falles, Gryal. No dejes de amar.
—Por supuesto, Barramar. Te lo prometo. Somos una manada, ¿recuerdas? —Recuerdo, Gryal… —se abrazó el viejo al Capitán de la Milicia—. Y lo seremos hasta el final.