Si ahora están en silencio, si ahora en ese silencio están interrogándose, si no quiebran ese silencio en el que están interrogandose con una sonrisa muda, es porque nada los retiene allí salvo eso, salvo estar sencillamente el uno frente al otro, dejando pasar el tiempo sin más objeto que tenerse cerca, y eso es lo bello de estar en silencio interrogándose