—Veo que ya está listo doctor Wallace. —Randolph se dirigió a él. —Así es. —Le dijo mientras no dejaba de verme. —Ah… —Continuó Randolph—. Señorita Constanza le presento al doctor Jonathan Wallace, médico privado de su excelenc...
Yo no soy entendida en política ni economista. Soy simplemente una mujer que padeció, que perdió a su marido, a sus padres, a sus hijos y a sus amigos. Yo sé que el mundo tendrá que compartir colectivamente la responsabilidad. Los alemanes pecar...
Seguro que sabéis que cuando uno está en su propia habitación, en su propia cama, una situación triste puede mejorar un poco
Los sufis, reza el dicho, comprenden con sus corazones lo que los académicos más ilustrados no pueden comprender con sus mentes.
Es el hombre completo quien, desde su completez, lleva a cabo, con su maestría, el trabajo de un esclavo.
Tienes que oír mi amor con su voz, tocarlo en su carne, aceptarlo como es, desnudo y libre.
En el tapiz de la existencia de Alexander había un único hilo que no podría romperse con la muerte, el dolor, la distancia, el tiempo, la guerra o el comunismo. «No hay nada capaz de romperlo —susurró Tatiana. Y con su aliento, su cuerpo y sus...
No existe ningún buen biólogo, cuyos trabajos fueran coronados por el éxito, que no haya sido llevado hacia su profesión por aquel placer interior que deriva de contemplar las bellezas de las criaturas vivas, y que al mismo tiempo no sienta aumen...
¿Zaragoza se rendirá? La muerte al que esto diga. Zaragoza no se rinde. La reducirán a polvo: de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo abriráse vomitando llamas; y lanzados al aire los cimie...
- Videla sam... u Sodenu i u Prekorečju... čitava polja... Ležali su svuda po zemlji, kidali su ih vukovi i divlji psi, kljucale ih ptice. Sigurno su tamo bili i gulovi. - Zbog toga i učiš o gulovima, Ciri. Kada nešto poznaješ, to prestaje da ...
Entonces la besó, separando aquellos labios suaves con los suyos. Su sabor era perfecto, a lluvia nueva. El beso se hizo más profundo, recorrió su cuerpo con las manos, la atrajo hacia sí. Pero entonces ella se retiró y sonrió. Sin decir nada, ...
Pasó su mano por mi mejilla. Se sentía tan suave como una seda. Su sonrisa todavía iluminaba la noche —Mi deseo fue verte sonreír.
¿Acaso un artista puede amar tanto su trabajo que, si piensa que su obra no tiene vida, tampoco él quiere tenerla ya?
La imagen de la biblioteca como refugio en donde se repliega la afectividad de Juana Inés y se despliega su actividad mental, ha de completarse con otra, que toca a la voluntad y al carácter: la biblioteca es el lugar del tesoro. Todo tesoro tiene ...
Entreabrió los ojos, y a través de sus pestañas le llegó algo menos espeso que la tiniebla, una claridad en pañales, cierto amago de luz que se filtraba por la densa cortina. Entonces, ante los ojos de Adán y en el caos borroso que llenaba su h...
— Las cosas no valen por lo que cuestan en dinero. — ¿Entonces? — Primero, por su valor de estima y segundo por su valor de servicio. — ¿Cómo? —Tu abuelita conservaba unos pétalos secos dentro de su Biblia. No valían nada, pero eran su...
Si se lo permitimos, los niños pueden enseñarnos la salida. Hay una historia muy conocida de una madre que entra en la habitación de su hijo recién nacido y se encuentra a su otro hijo, un niño de cuatro años, asomado a la cuna. -Tienes que con...
–Entonces estás muriendo por amor, –dijo Will finalmente, su voz sonaba estrangulada a sus propios oídos. –Muriendo un poco más rápido por amor. Y hay cosas peores por las que morir.
Sus palabras eran el extintor de incendios que acababa de apagar una discreta llama: la historia que inconcientemente Francisca había comenzado a escribir en su cabeza.
Me abrumó la soledad que desprendía su persona y, a un tiempo, creí ver en su interior un abismo infinito al que no podía evitar asomarme.
Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte. (Sempere)