Aprendió a conocerme, no con la minuciosidad que yo lo conocí, sino con sus conclusiones espontáneas. De todas hablaba y las definía, pero yo tuve el privilegio de ser la única a la que le descubrió nuevas facetas, la única a la que le hizo preguntas de adentro, la única en que esculcó para encontrar lo que nunca le dieron, pero se asustó con el hallazgo, los dos nos llenamos de miedo. Ese dia, cuando volvimos a cerrar lo que abrimos como si nunca lo hubiéramos visto.