No sé dónde aprendiste a bailar bajo la tormenta, pero lo haces, y prefiero tus diluvios a esta mierda de cielo despejado.
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor, es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.
El sabor del olvido destilado sabe a ti. Y yo lo mezclo con whisky. Sobre una base de cerveza.