Quote by: Celia del Palacio

Él estaba dispuesto a prometerle a cambio cualquier cosa: ser su esclavo, su sombra, el tapete que pisara. Ella podía golpearlo con el látigo de sus insultos, con el dorso de su desconfianza, horadarlo con sus celos, y él no se iría. No se iría nunca.


Share this: