Muchos han observado que el miedo supremo es el temor a lo desconocido. Me permito disentir. Creo que el peor terror es el que nos infunde el mismo conocimiento, la pura razón, la certeza fáctica de la existencia de ese horror tan temido.
Algunos dicen que las apariencias engañan, yo no. Siempre he sostenido el siguiente axioma: todo lo que parece es.