El amor y el odio son sentimientos fáciles de confundir: ni uno ni el otro tienen la menor piedad.
¿Tú crees que una relación tiene como objetivo destrozar los sueños del otro?
Consideraba cada segundo de más a su lado como un segundo menos de sufrimiento.
Era una estupidez total, yo tenía solo veinticuatro años; pero por no perderla habría hecho lo que fuera, un hijo, una boda, endeudarme durante treinta años, el coquetón piso de tres habitaciones y el monovolumen, por sus preciosos ojos habría ...