Quote from : Los días del venado Book

La gente de las Tierras Fértiles no podía mantener los ojos puestos en esa muerte; y menos que nadie, los guerreros del sur de Los Confines. Un guerrero mataba a un guerrero y la honra se repartía entre ambos. Lo que Kume había sufrido no era muerte. Tenía nombres de vergüenza que un guerrero temía cargar a la eternidad.