Les enseñaron que por un instante de dolor permanecerían intactas en la eternidad. Sin embargo sus corazones deseaban seguir latiendo allí: en ese mundo donde nada era puro, pero todo era bello.
Quien muere honrando la ley que lo hizo hombre está naciendo otra vez. —Thungür.
El Tiempo no tiene una sino sus muchas ruedas. Una rueda para las criaturas de corazón lento, y otra para las de corazón apresurado. Ruedas para las criaturas que envejecen lentamente, ruedas para las que se hacen viejas con el día.