Deslumbrado y alterado por esa luz, pero también por ser únicamente el doctor Pasavento, quise creer que todo lo que me pasaba era, simple y llanamente, producto de una fuerte resaca. Porque si uno lo pensaba bien, ¿era verosímil que durante toda la noche un médico, sin duda monstruoso, probablemente un neuroquímico del cerebro, me hubiera implantado la memoria de doctor Pasavento?" Doctor Pasavento. Enrique Vila-Matas (Satán Vivo). p. 172.