–Hay más en la vida que no morir, –dijo. –Mira la forma en que vives, Will. Brillas tanto como una estrella. Había estado tomando solo la droga necesaria para mantenerme con vida pero no suficiente como para mantenerme bien. Un poco más de ella antes de las batallas, tal vez, me da energía, sin embargo, una media vida, el gris crepúsculo de una vida. –¿Pero has cambiado tu dosis ahora? ¿Ha sido desde el compro- miso? –Demandó Will. –¿O es por Tessa? –No puedes culparla por esto. Fue mi decisión. Ella no sabe sobre esto. –Ella quiere que vivas, James.