...¡Querer que yo no la vea!¡Querer que no me le acerque, es pedir al pájaro que no cante, al sol que no alumbre, a la mariposa que no busque la luz, a los ojos que no vean, al corazón que no ame, al alma que no sienta, a mí, que no sea humano!
Para mí, el mundo era él.