Echarle la culpa a los demás en lugar de a uno mismo, eso está al alcance de cualquiera, ¿sabes?
Se pasó todo el trayecto pensativo, contemplando la noche por la ventanilla... Se había enamorado.
Me dieron ganas de cogerle la mano o el brazo mientras él miraba toda esa belleza babeando, como un pobre chucho flaco ante un hueso súper jugoso pero fuera de su alcance, y decirle bajito: Volveremos... Te prometo que volveremos... ¡Levanta la ca...