Debería haber sabido que no se puede huir de lo que eres, y que si quieres que las cosas sean distintas tienes que empezar por cambiar tu forma de verlas y enfrentarte a ellas.
Al margen del paréntesis en el pulso constante que manteníamos desde que nos habíamos conocido, yo creía seguir teniendo claro lo que me convenía. Hubiera firmado en ese mismo instante por una aventura de una noche con algún tipo guapo y amable...